sábado, 6 de octubre de 2018

O Pasatempo, probablemente el mejor parque del mundo

En la histórica y hermosa ciudad medieval de Betanzos, a pocos kilómetros de A Coruña, existe una atracción que a menudo pasa desapercibida en las guías y recomendaciones turísticas sobre Galicia: el parque de O Pasatempo. La denominación sólo se corresponde parcialmente con lo que ésta infraestructura realmente es, ya que lo que tiene de parque, por estar rodeados de árboles, jardines y al aire libre, lo tiene también de parque de  atracciones y de enciclopedia universal. Pero... ¿cómo se conjugan todos esos elementos en un mismo espacio?



Pero para entender mejor qué es O Pasatempo vayamos a su origen. En 1893 dos hermanos filántropos de Betanzos, que habían hecho fortuna en Argentina, los García Naveira, deciden crear una especie de jardín pedagógico en su pueblo natal, en el que enseñarían a su convecinos las maravillas del mundo moderno y antiguo. Así fue como compraron 9 hectáreas de terreno cercanas a la noble ciudad, donde dieron rienda suelta a su imaginación, su cosmopolitismo y su afán por ilustrar a los vecinos de su comarca. Jardines de fantasía, túneles subterráneos, un laberinto, una casa de espejos, un zoológico, cientos de esculturas, estanques, canales, un gabinete de curiosidades, invernaderos... Y aún hoy, y a pesar de su deterioración, caminar por el parque es contemplar representaciones de animales pasados y presentes, como dinosaurios, elefantes, jirafas, leones o camellos, relieves escultóricos de maravillas de la humanidad, como la pirámide egipcia de Keops, el canal de Panamá o la Gran Muralla china. Pero además es observar los husos horarios del mundo y los múltiples avances de la era moderna, como el aeroplano, el globo aerostático, un buzo, un submarino e incluso un teléfono.  Así, la botánica, la geología, la geografía, la zoología, la historia y todas las inquietudes filosóficas de estos hombres, fueron llenando la ladera y las tierras aledañas al río Mendo, que se trufaron de elementos, figuras y adornos del estilo más ecléctico, para dar como resultado un espacio único en su época. Se podría encontrar alguna similitud con el parque Güell barcelonés en alguna de las propuestas estéticas, pero además de la belleza artística, el afán educativo de los hermanos Naveira es algo que significa, aún en mayor medida, a O Pasatempo como un bien patrimonial de valor incalculable.


O Pasatempo comenzó a contruirse varios años antes del famoso parque Güell y se terminó en el mismo año que el visitadísimo parque barcelonés obra de Gaudí. Durante los veinte años que duró su construcción, los adinerados Naveira fueron introduciendo más elementos y atracciones en el parque, hasta su conclusión en 1914. En las dos décadas precedentes, y hasta la muerte del Juan García Naveira en 1933, el parque goza de fama y reputación, e incluso es recomendado en diversas guías europeas de la época. A partir de ahí, el parque va sufriendo un deterioro progresivo y perdiendo diversos espacios y atracciones. En 1986, el Concello de Betanzos compra O Pasatempo, o mejor dicho, lo que queda de él tras medio siglo de olvido. En la actualidad las dimensiones del parque se han reducido hasta una octava parte de lo que O Pasatempo llegó a ser. Una inexplicable lentitud en el proceso de catalogación como Bien de Interés Cultural y la dejación de responsabilidad de diversas administraciones hacia esta joya betanceira han hecho peligrar su supervivencia, aunque las últimas noticias al respecto señalan que ya existen unos fondos garantizados para restaurar parte de la dañada infraestructura. O Pasatempo quizá no vuelva  a brillar con el esplendor de antaño, pero parece que por fin va a dejar atrás sus años más oscuros. Y un consejo: si quieren vivir una experiencia única, visiten O Pasatempo. El espíritu de Naveira y la historia de Betanzos se lo agradecerán.
 

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